¿Podrían ser las estrellas de neutrones el origen de las misteriosas ondas de radio que llegan a la Tierra?

Por Julio García G. / Periodista de Ciencia

En un artículo publicado recientemente en la revista Nature Astronomy, sus autores, encabezados por el radioastrónomo Clancy James, podrían haber resuelto el misterio en torno a por qué se producen extrañas ondas de radio provenientes de galaxias distantes, también conocidas como “Ráfagas rápidas de radio”, (FRB, por sus siglas en inglés).

Resulta que, hace unos años, el choque de dos estrellas de neutrones generó un estallido de ondas gravitacionales cuando este par de astros se fusionó en una estrella de neutrones supermasiva.

Dos horas y media después del choque, y luego de la fusión entre estos dos objetos, se produjo un estallido de FRB lo que a su vez dio lugar a que las dos estrellas de neutrones se convirtieran en un agujero negro.

Aunque las observaciones en torno a este evento cósmico no apuntan a que sea cien por ciento plausible que el origen de estas ráfagas de radio sea debido al choque entre dos estrellas de neutrones, los astrónomos confían en que dicho evento sea atribuible a la fusión de este tipo de astros.

Están casi seguros de ello porque tuvieron la oportunidad de observar un potente estallido de rayos gamma proveniente de la dirección del estallido de FRB. La explosión desapareció hace casi cuatro años, pero en unos meses podrían tener la confirmación -o la refutación- sobre si las FRB realmente provienen del choque de estrellas de neutrones. Habrá que esperar.

Ahora bien, ¿qué son las estrellas de neutrones? Estas suelen formarse a partir del proceso de muerte de estrellas supermasivas -mucho más grandes que el Sol- cuando comienzan a colapsar debido a que ya no tienen suficiente combustible y energía para contrarrestar el efecto de presión (hacia adentro), que ejerce su propia fuerza de gravedad.

Además, entre las características más peculiares de las estrellas de neutrones es que, a pesar de que surgen a partir de astros que son cuatro o seis veces más masivos que el Sol, luego de formarse apenas llegan a poseer un tamaño 1,5 veces mayor a este último.

Por si fuera poco -y esto quizá sea lo más interesante- suelen albergar gran cantidad de masa y energía en un espacio relativamente pequeño. De hecho, las estrellas de neutrones suelen poseer mucha más densidad que cualquier estrella supermasiva. Por consiguiente, el empuje gravitatorio o fuerza de gravedad que ejercen es cientos de veces mayor al que ejerce la Tierra.

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Con respecto a las Ráfagas de radio rápida (FRB), estas suelen viajar a la velocidad de la luz (unos 300,000 kilómetros por segundo), y tienen su origen en nuestra propia galaxia o bien en galaxias lejanas. Tienden a generar tanta energía en cuestión de milésimas de segundo como lo hace el Sol en cuestión de un año.

El origen de las FRB, como he dicho ya, es incierto, aunque ahora, gracias a esta nueva investigación, podría ser atribuido a eventos extremadamente energéticos que suceden en el universo como el choque y fusión de dos estrellas de neutrones.

Por otra parte, lo que ahora mismo está por verse es la relación existente entre eventos extremadamente energéticos como la formación de agujeros negros y el choque de estrellas de neutrones y su vínculo con las ondas gravitacionales.

Estas ondas -que son ondulaciones del tejido del espacio-tiempo, y cuya existencia fue demostrada de forma observacional en septiembre de 2015- son muy peculiares porque, como bien señala el físico de partículas de origen mexicano Gerardo Herrera Corral, “las ondas gravitacionales se diferencian de otras ondas en algunos aspectos: no necesitan de un medio para viajar, como las ondas de sonido que se propagan en el aire y, a diferencia de las ondas electromagnéticas pueden atravesar la materia”.

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Quien predijo por primera vez la existencia de estas ondas fue Albert Einstein, en 1915, a través de su ya famosa Teoría de la Relatividad General, la cual postula, entre otras cosas, que la geometría del espacio-tiempo tiende a deformarse producto de la presencia de materia.

En la medida en que hay mayor cantidad de materia/energía habrá una curvatura más pronunciada, algo parecido a como sucede con una cama elástica cuando a ésta le ponemos diferentes objetos con distinto peso. Aquellos objetos más pesados producirán una curvatura más alta que aquellos objetos que pesan menos.

Pero volviendo al tema de las FRB, todo apunta a que existe una relación entre éstas y los objetos violentos que acontecen en el universo porque, al parecer, cuando sucede uno de estos acontecimientos, no solamente se generan FRB sino también ondas gravitacionales. Aunque el verdadero vínculo entre las FRB y las ondas gravitacionales estaría por verse ya que aún no está demostrado.

De confirmarse que la presencia de FRB está relacionado con la fusión de dos estrellas de neutrones, es un hecho que dejará de especularse con este fenómeno como suele hacerse actualmente, al que muchos (la mayoría no científicos), lo atribuyen a la presencia de seres extraterrestres que están tratando de comunicarse con nosotros desde galaxias muy lejanas.

Y es que, como solía referirse el astrónomo Carl Sagan con respecto al fenómeno OVNI, “afirmaciones extraordinarias requieren, igualmente, de evidencias extraordinarias”. Por consiguiente, es más plausible que las FRB tengan un origen en los eventos violentos que suceden en el universo a que alguien esté tratando de comunicarse con nosotros a través de ondas de radio extremadamente energéticas como son las Ráfagas rápidas de radio.