Naturaleza AristeguiNaturaleza Aristegui

El artista Luis Argudín lleva el mar al Claustro de Sor Juana Naturaleza Aristegui

En la exposición MAR se inaugura este 4 de julio a las 19 horas, en la Celda Contemporánea del Claustro; concluye el 31 de agosto.

  • Redacción AN / HG
04 Jul, 2024 10:32
El artista Luis Argudín lleva el mar al Claustro de Sor Juana

El movimiento perpetuo, la fluidez caótica del agua que desborda la forma, desquicia la horizontal y diluye la vertical para generar a una enormidad palpitante y viva, eso es lo que encontraremos en MAR, la nueva exposición del artista Luis Argudín (1955).

“No hay nada más sublime que su respiración contra la costa, su encresparse con el viento y el poder sobrecogedor de su ánimo cambiante”, destaca el artista cuya muestra se podrá ver en la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), a partir del jueves 4 de julio.

La serie de mares, integrada por 10 pinturas al óleo y 9 tintas sobre papel, nace de otra titulada Topografías, donde la idea era plantear la construcción de un paisaje a partir de graficar un espacio (topos) con rayas que describieran una geografía, como lo hacen las coordenadas.

“Éstas describen un punto en el espacio a partir de una horizontal y una vertical; yo quería con rayas, describir geografías, como lo haría un tapiz:  trama y urdimbre tejiendo visiones de paisajes imaginados, tejido visual que es, a la vez, pintura abstracta y ventana al mundo”, explica en la hoja de sala.

Después le siguió la muestra Wirikuta, sobre la visión específica del desierto de San Luis Potosí frente al pueblo de Real de Catorce. En ésta también se planteaba lo mismo, pero ahora las rayas se convirtieron en rayos de luz, rayos que son vibración, energía, vida palpitante.

“Dos o tres años después, tuve otro viaje, y este fue en velero por el Mar de Cortés. Teniendo contacto directo con el mar, quise llevar y transportar esta idea de las topografías y del paisaje del desierto al del mar”, detalló.

Arte y pérdida

Para el artista, cuya obra ha sido reseñada por destacadas críticas de arte como Raquel Tibol o Teresa del Conde, el movimiento del mar tiene una gran potencia, diversidad, fluidez, nunca está quieto, es vibrante, además, en el Mar de Cortés se aprecian ciertos tonos que son principalmente reflejos del cielo, “entonces, mi idea de las rayas quedaba perfecta para esta concepción de vibración y movimiento, así surgió este proyecto”.

Luis Argudín relató que pasó dos semanas en velero y quedó con la imagen del mar como algo muy poderoso, muy potente. Poco tiempo después —compartió—, tuvo una desgracia familiar, perdió a su hija primogénita, cuyas cenizas fueron esparcidas en el mar, frente a la casa donde vive su abuelo, cerca de Puerto Vallarta, por el Rincón de Guayabitos.

Para el pintor, el haber arrojado las cenizas de su hija en el mar, convertía esa experiencia del agua, de la vibración, en algo más simbólico, de ahí surgen los dos cuadros que son bandera de esta exhibición, el primero se titula “Miranda” y el segundo, “Miros”.

“Los dos cuadros grandes en esta exposición son para ella, de ella, contra el dolor de su ausencia. Son silenciosos, meditativos, poderosos; como el mar. Sus cenizas las esparcimos en él, para que su respiración, su movimiento, y su aliento me trajeran de vuelta su mirada inteligente y cómplice, y así me acompañe siempre”, subraya en la hoja de sala.

Indicó el sentido liberador del arte, pues al ser un trabajo muy laborioso, que generó esa vibración marítima, su creación fue casi un ejercicio meditativo, al que encontró liberador, trascendiendo un poco a lo que la vida nos enfrenta.

El mar es, agrega, la forma más clara de lo sublime y lo sublime es el símbolo de la manera más evidente que se tiene para hablar de algo a lo que no se puede dar forma o sentido material, “es la manera más apropiada de hablar de la divinidad”.

“El mar respira como nosotros, está vivo, como nosotros, es vida, animada, pero es algo mucho mayor, que nos supera. Es la forma más cercana a lo divino; en mi caso, es un elemento que me acerca a pensar o a buscar superar la falta de mi hija”, concluyó.

La exposición se exhibirá hasta el 31 de agosto, con un horario de lunes a viernes de 10 a 17 horas, sábados, de 10 a 14 horas. La entrada es gratuita.

Temas Relacionados