“Escribo para olvidar”: Gonzalo Celorio
El ganador del Premio Cervantes 2025, sostiene que “la lengua es la expresión más clara de la identidad individual y colectiva”.
- Redacción AN / HG

Por Héctor González
A poco menos de 24 de haber sido anunciado como ganador del Premio Cervantes 2025, el escritor Gonzalo Celorio (1948) se reunió con los medios de comunicación. La sede fue Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico, al sur de la Ciudad de México. Desde ahí el narrador y ensayista celebró la figura de Miguel de Cervantes a quien define como la “figura cimera del idioma”, en tanto que sostiene que la novela es “el género de los géneros… la novela es peligrosa porque ofrece una perspectiva crítica de la realidad”, agregó el autor de Mentideros de la memoria y Los apóstatas.
“Desde niño la palabra fue mi vocación”, recordó quien fuera el undécimo hijo de una familia amplia. Así como heredaba la ropa de sus hermanos varones, heredó también los libros y los trucos líricos y verbales, “desde pequeño fui precoz en el uso del lenguaje”.
Durante casi una hora Celorio hizo un recorrido por sus temas, obsesiones y aficiones. “Siempre que me preguntan por mis maestros, lo primero que me viene a la cabeza es el exilio español republicano”. Al referirse a las tensiones entre México y España es categórico, “negar la influencia hispana es atentar contra la integridad mestiza”. Confía, no obstante, que pronto se recompongan las relaciones entre ambos países y celebra la acogida que ha tenido en Madrid la exposición La mitad del mundo. La mujer en el México indígena. Historias tejidas.
La condición humana, nutriente de la literatura
Con 77 años sobre su espalda, el escritor reconoce en su obra una forma de relacionarse con su realidad y su propia biografía. “Al escribir parto de mi biografía, pero de ahí me voy a la historia, a partir de entonces mis novelas ya no me pertenecen, cobran una dimensión épica”. Pone como ejemplo, su libro Tres lindas cubanas, “ahí expongo lo que fue la revolución cubana para mi generación y la forma en que, a mi modo de ver, se convirtió en una revolución fallida, pero gracias a esta novela pude exorcizar el tema”.
Las novelas de Celorio hablan de migraciones, crisis amorosas y vocaciones, religiosas algunas de ellas, abandonadas. No obstante, sostiene: “Escribo para olvidar, una vez que hablo de un tema en una novela, desparece el conflicto. Al escribirlos pasan del pecho del autor al pecho del lector. En ese sentido, siempre digo que los lectores de novelas son masoquistas porque compran conflictos de los demás”.
Sin embargo, es precisamente, la condición humana la que sostiene la conexión autor-lector “ese es el nutriente de la literatura”.
A lo largo de su trayectoria, se ha desempeñado como docente, académico y funcionario cultural en instituciones como el Fondo de Cultura Económica y la UNAM, esta última fue la instancia que postuló su candidatura para el Cervantes. “La UNAM es un parteaguas en mi vida”, dice.
Cuestionado sobre los índices de lectura en el país que señalan que el promedio de lectura de los mexicanos es de 3.2 libros al año, comenta; “De nada sirve alfabetizar sino se lee. Lamento mucho que no exista una cultura literaria y encuentro graves deficiencias en el sistema educativo actual, me gustaría que se recuperara la enseñanza de la lengua materna”.
Actualmente, Gonzalo Celorio dirige la Academia Mexicana de la Lengua, desde esta posición lamenta la estigmatización negativa que en Estados Unidos se hace a quienes hablan en español y concluye: “La lengua es la expresión más clara y precisa de la identidad tanto de carácter individual como colectivo. Lamento mucho que el español se este proscribiendo en Estados Unidos”.






