Andrea Wulf, la investigadora que contó el romanticismo como una novela de aventuras

Por Héctor González

Cinco años de investigación es lo que hay detrás de Magníficos rebeldes (Taurus). A lo largo de ese periodo la escritora germanobritánica Andrea Wulf (1967) viajó, consultó cartas, diarios y testimonios de lo que en 1795 se llamó el Círculo de Viena, grupo de pensamiento que se erigió en la punta de lanza del romanticismo.

Con pulso de novelista, Wulf describe la personalidad de autores como Goethe, Schlegel, Schelling, Schiller y Novales, al mismo tiempo que arma el rompecabezas de una corriente que se ocupó de repensar al ser humano.

¿Qué te llevó a contar la historia del Círculo de Viena a partir de la historia personal de cada uno de ellos?

Me interesaba mostrar personajes, gente de carne y hueso, más que a un cúmulo de intelectuales con ideas. Desde luego algunos son más importantes que otros, pero todos en su conjunto tenían una personalidad que me interesaba mucho.

El libro de hecho se puede leer como una novela más que como un ensayo histórico o académico. ¿Lo escribiste de esta manera para llegar a más público?

Así es, todos mis libros entran dentro de la categoría de No ficción, pero incluyen una amplia investigación en la que uso cartas o diarios. Contar la historia de manera novelada me permite hacerlos menos aburridos e intelectuales.

¿Entre los personajes del libro cuál es tu favorito y quién supuso todo un descubrimiento?

Mi favorito es Caroline Schlegel-Schelling, para la época me parece una persona muy fuerte, entrona, divertida e independiente. Al mismo tiempo fue un descubrimiento porque fue más que la esposa de Schelling, a través de sus cartas descubrí el inmenso peso que tuvo en los románticos, editó revistas, tradujo a Shakespeare, muchos de los debates de los filósofos de su época eran alrededor de sus ideas.

¿En qué radica la vigencia del Círculo de Viena?

Ellos comenzaron con el romanticismo, tal vez no nos acordamos de sus nombres, pero sí de sus ideas. El mundo cambió después de ellos, pese a que Estados Unidos o Latinoamérica se estudien poco. De alguna manera creo que son una especie de héroes. Quizá su mayor legado está en que cambiaron la forma de entender al ser humano.

¿Crees que hoy podría surgir un movimiento similar?

No lo sé, soy parte del Instituto de Ciencias Complejas de San Fe, una instancia donde hay grandes mentes que a lo mejor no tienen sexo tan seguido, pero que sí aportan cosas interesantes. No obstante, las condiciones en que vivimos ahora hacen más difícil que surja un movimiento de esas características.

¿Es la juventud donde más impacta el romanticismo?

Depende que entiendas por romanticismo porque lo cierto es que va más allá del amor romántico o de mirar las estrellas, es una forma de pensar que involucra mucho a la imaginación porque creían que a través de ella conseguían avanzar en su proceso de conocimiento.

¿Cómo convive un pensamiento como el del Círculo de Viena que exaltaba al ser humano, con la Inteligencia Artificial?

No creo que se puedan comparar, el Círculo de Viene privilegió mucho el diálogo y el debate. Quienes lo integraron desarrollaron y confrontaron juntos sus ideas, creo que en todo caso eso es algo que hoy nos falta. Parece que tememos a la discusión como si fuera algo malo, en parte por eso se habla de Inteligencia Artificial, nos la quieren vender como algo definitivo y no es así, el conocimiento está en constante movimiento y los románticos siempre lo tuvieron claro.