Un planeta similar a la Tierra podría residir en los confines del sistema solar
Astrónomos de dos universidades japonesas acaban de dar a conocer una investigación en la revista 'The Astronomical Journal', en la que afirman que un Planeta X o 'incógnito', muy parecido a la Tierra, podría encontrarse en los confines del sistema solar, más allá de Neptuno.
- Redacción AN / MDS

Por Julio García G. / Periodista de Ciencia
Al astrónomo estadounidense Percival Lowell se le recuerda por haber propuesto, a finales del siglo XIX, que Marte estaba plagado de canales artificiales, sugiriendo con ello que la vida en ese planeta era posible y que, de hecho, una civilización tecnológicamente avanzada poblaba su superficie.
Evidentemente -y gracias a las investigaciones posteriores a través de observaciones más minuciosas con telescopios y naves que han llegado a ese planeta- se ha descartado por completo la teoría en torno a la presencia de los canales artificiales marcianos. Sin embargo, Lowell propuso también, en 1906, la existencia de un Planeta X situado en los confines del sistema solar, más allá de la órbita de Neptuno.
La propuesta de un Planeta X, o planeta “incógnito”, fue acogida por la comunidad científica de aquel tiempo con bastante escepticismo, pero no se descartó por completo. De hecho, a partir de observaciones más profundas (Lowell ya había fallecido para ese entonces) se descubrió la existencia de Plutón en 1930.
Pero, a pesar de los sorprendentes hallazgos en torno a la existencia de Plutón, los astrónomos de esa época no estaban completamente convencidos de que el Planeta X fuera realmente Plutón debido a que algunos parámetros y mediciones realizados por Lowell en torno al Planeta X no coincidían con los parámetros obtenidos de Plutón, el cual era mucho más pequeño de lo esperado. Por lo tanto, no se descartó que existiese un Planeta X aún después del importante hallazgo de 1930.
Junto con Plutón, y en décadas posteriores, los astrónomos lograron sumar a la lista de cuerpos situados en los confines del sistema solar a Eris, Makemake y Haumea. No obstante, todos estos no están considerados como planetas sino como planetas enanos. De hecho, Plutón dejó de ser nombrado planeta en 2006 a raíz de una acalorada discusión que tuvo lugar en Praga, República Checa, entre miembros de la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional.
Ahora bien, ¿qué ha sucedido con el Planeta X a lo largo de estos últimos años? ¿Existe realmente o ha sido toda una invención de Lowell al igual que su teoría en torno a los canales artificiales de Marte?
Más allá de la órbita de Neptuno -al cual hoy en día se le considera el planeta más lejano- hay una región denominada el cinturón de Kuiper que se encuentra a unos 7,500 millones de kilómetros del Sol. Dicho cinturón está compuesto básicamente por cuerpos helados y Plutón se ubica dentro de éste. No obstante, ¿habría aún más cuerpos y planetas escondidos en el cinturón de Kuiper?
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Recientemente, a través de una investigación que ha sido publicada en la prestigiosa revista The Astronomical Journal, perteneciente a la American Astronomical Society, astrónomos japoneses, encabezados por Patryk Sofia Lykawka y Takashi Ito, han propuesto una idea igual de desafiante que aquella planteada por Lowell a principios del siglo XX, pero evidentemente con una base científica más sólida: que existen grandes posibilidades de que exista un Planeta X, muy parecido a la Tierra en cuanto a dimensiones se refiere, en el cinturón de Kuiper.
Para sustentar sus afirmaciones, Lykawka e Ito realizaron cientos de simulaciones por computadora de los llamados objetos transneptunianos (TNO, por sus siglas en inglés). Dichos objetos -que están compuestos por rocas y hielo- pertenecen al cinturón de Kuiper y quedaron suspendidos en esa región debido a que son remanentes de la formación planetaria que tuvo lugar en el sistema solar exterior.
Además, los investigadores, con base en las observaciones que a lo largo de décadas se han realizado en torno al cinturón de Kuiper -junto con las recientes simulaciones por computadora-, lograron armar el complejo rompecabezas que los ha llevado a afirmar que un planeta muy parecido a la Tierra (de entre 1,5 y 3 veces más masivo que éste) se encuentra girando en dicho cinturón.
Para lograr teorizar todo esto, tanto Lykawka como Ito se dieron a la ardua tarea de analizar el comportamiento del cinturón de Kuiper, el cual presenta varias anomalías que hasta la fecha no tienen explicación. Por ejemplo, existen grandes cantidades de objetos transneptunianos (TNO) que se encuentran a la deriva porque han dejado de estar bajo la influencia gravitatoria de Neptuno.
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Además, hay una gran cantidad de TNO cuyas órbitas son tan excéntricas -la excentricidad se aleja de los modelos actuales que se han planteado en torno a cómo se formó el sistema solar y el cinturón de Kuiper- que los científicos hasta hoy no tienen una explicación de por qué éstos se comportan así.
Gracias a lo dicho anteriormente – además de a las simulaciones por computadora que les permitió crear modelos sobre cómo era el sistema solar hace unos 4,500 millones de años– lograron concluir que no solamente Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno tuvieron influencia en la formación del cinturón de Kuiper, sino que también la tuvo un quinto planeta.
En este sentido, entrevistado por Europa Press, el profesor Lykawaka mencionó que, de confirmarse la existencia del Planeta X, “en primer lugar el sistema solar volvería a tener oficialmente nueve planetas. Además, al igual que lo ocurrido en 2006, cuando Plutón fue degradado de la categoría de planeta, necesitaríamos refinar la definición de lo que es un planeta, ya que un planeta similar a la Tierra ubicado mucho más allá de Neptuno probablemente pertenecería a una nueva clase de planetas”.
Ahora bien, ¿cuándo podría confirmarse la existencia del Planeta X? Esto llevará tiempo -quizá una década o más- ya que actualmente no existe una misión que exclusivamente se interne en el cinturón de Kuiper con la finalidad de buscar el planeta perdido, a pesar de que en julio de 2015 la sonda New Horizons de la NASA sobrevoló Plutón. Esta misma sonda, en 2019, pasó muy cerca de otro cuerpo del cinturón denominado Arrokoth, pero nada más.
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Otras naves que han estado cerca del cinturón de Kuiper -y que inclusive han sobrepasado sus límites- son las sondas Voyager 1 y 2 (lanzadas al espacio a finales de los años 70), las cuales se encuentran actualmente en el sistema solar exterior a millones de kilómetros de la Tierra.
Respecto a la reciente investigación japonesa en torno a la posible existencia del Planeta X, ésta puede consultarse gratuitamente desde el siguiente enlace: https://iopscience.iop.org/article/10.3847/1538-3881/aceaf0/pdf








