Dr. Berny Bastien Olvera
Por una vez, el cambio climático no fue una amenaza abstracta ni una cifra en un informe. Fue una carta, un dado, una ficha. En un café de la Ciudad de México, decenas de personas se reunieron a jugar. Activistas, comunicadores, científicos, jugadoras habituales, curiosos. Gente que habla de emisiones todos los días y gente que nunca había escuchado la palabra mitigación. Todos sentados a una misma mesa, compartiendo tableros y preguntas.
Era La Noche de Juegos Climática, una iniciativa que mezcla la potencia del juego con la la lucha más urgente que enfrenta nuestro planeta. Una curaduría de juegos de mesa seleccionados para provocar conversaciones sobre energía, justicia y esperanza. Pero también una celebración: porque la diversión también es parte de la lucha.
Ahí estaban los clásicos reinventados. Catan: Energías, donde cada jugadora decide si apostará por renovables o por carbón, y descubre que el crecimiento sin planeación cuesta caro. O la Batalla Naval intervenida, donde en lugar de hundir barcos enemigos, se hunden plataformas petroleras y gasoductos, recordando que hay batallas que se ganan retirando el tablero viejo. Otros juegos, diseñados localmente, invitaban a imaginar futuros posibles: ciudades resilientes, comunidades que cooperan, océanos vivos.

Y mientras los dados rodaban, las conversaciones fluían. Entre turno y turno, alguien del Centro Mexicano de Derecho Ambiental contaba los retos de medir las emisiones de gases nocivos. Una activista por la justicia climática de Nuestro Futuro hablaba de las nuevas demandas legales para dar voz a las ballenas. Una bióloga de Pronatura explicaba sobre el poder de los ecosistemas para frenar el cambio climático. Desde un micrófono al centro, se contaban historias de observatorios ciudadanos, de jóvenes que monitorean el aire o de comunidades que defienden sus ríos. Lo mismo se escuchaba una risa que una reflexión sobre la transición energética justa.
Porque esa noche no se trataba solo de ganar un juego, sino de reconocerse en otros. De ver que hay activistas que también buscan descansar, científicos que disfrutan el azar, y personas comunes que descubren que el clima no es un tema ajeno. La energía se compartía en cada explicación improvisada sobre cómo funcionan las renovables, o por qué el cambio climático no es inevitable.
Pocas veces la lucha climática entra en espacios de disfrute. Y cuando lo hace, algo cambia. El clima se vuelve conversación y no sermón. Las mesas se convierten en trincheras alegres, donde las piezas representan mucho más que recursos: son símbolos de decisiones colectivas, de mundos posibles. En esos tableros se ensayan otras formas de convivir, de aprender, de imaginar la justicia.

Lo más poderoso de la noche no fue el número de asistentes ni la cantidad de juegos desplegados, sino los encuentros improbables. Una científica hablando con un gamer sobre captura de carbono. Un grupo de estudiantes explicándole a un abogado las reglas del juego. Allí, entre risas, se tejían las alianzas que necesita la transición energética justa: aquellas que cruzan disciplinas, edades y lenguajes.
Esa noche, en medio del ruido de las fichas y los dados, se sintió que la lucha climática puede ser también una fiesta, un punto de encuentro, una pausa alegre en la que volvemos a creer que otro tablero es posible.
Si quieres enterarte de cuándo es la siguiente noche de juegos climática visita: https://planeteando.org/transicion-en-juego/
Bernardo Bastien Olvera es Investigador en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM e Investigador Invitado en el Instituto Europeo de Economía y Medioambiente de Milán, Italia. Utiliza herramientas de las ciencias naturales y sociales para investigar cómo nuestra economía y contexto influyen en la manera en que cada uno de nosotros experimenta los impactos del cambio climático. Además, tiene una gran pasión por la comunicación de la ciencia. Es National Geographic Explorer y cofundador de Planeteando, un colectivo mexicano de divulgadores de ciencias de la Tierra.








