EU inició investigaciones para imponer aranceles a semiconductores y productos de farmacia
El gobierno estadounidense informó que comenzó las investigaciones el pasado 1 de abril. La ley establece un plazo de 270 días para ser completadas.
- Redacción AN / MDS

El Gobierno que preside Donald Trump inició investigaciones de seguridad nacional sobre las importaciones de chips y productos farmacéuticos, lo que podría derivar en la imposición de aranceles a éstos, bajo el argumento de que su gran dependencia de la producción extranjera representa una amenaza para la seguridad estadounidense, según se desprende de los documentos presentados el lunes en el Registro Federal, el Diario Oficial de Estados Unidos.
Así, el Departamento de Comercio de Estados Unidos publicó el lunes varios avisos oficiales sobre el inicio de estas investigaciones que abarcarán a la maquinaria utilizada para fabricar semiconductores, a los productos que contienen chips y a los ingredientes farmacéuticos.
Los nuevos aranceles a semiconductores y productos farmacéuticos se emitirían bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que permite al presidente imponer aranceles para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos. Por lo pronto fue anunciado un periodo de comentarios públicos de 21 días.
Trump ya insinuó estos días que esta misma semana impondría nuevas tasas a los semiconductores y productos farmacéuticos, con el objetivo de impulsar la producción nacional, aunque añadió que habría flexibilidad con algunas empresas del sector.
Estados Unidos depende en gran medida de los chips importados de Taiwán, algo que el expresidente Joe Biden trató de revertir durante su mandato mediante la concesión de miles de millones de dólares mediante la Ley de Chips para atraer a los fabricantes de chips y ampliar la producción en Estados Unidos.
También muchos de los medicamentos que se consumen en el país proceden de países como Irlanda, India o China, según recordó ayer el propio Trump que quiere que se vuelvan a producir en el país.
Utilizando la disposición 232, el Gobierno de Trump ha iniciado investigaciones sobre las importaciones de cobre y madera y las investigaciones completadas durante el primer mandato de Trump formaron la base de los aranceles del 25% desplegados desde su regreso a la Casa Blanca en enero sobre el acero y el aluminio y sobre la industria automotriz.
Los archivos, que indican que su administración comenzó las investigaciones el 1 de abril, se conocen tras las exclusiones reveladas durante el fin de semana para teléfonos inteligentes, computadoras y otros productos electrónicos importados en gran parte de China de los aranceles recíprocos del 125% de Trump. Representantes de Trump habían dicho que esos productos pronto estarían sujetos a los aranceles de la Sección 232.
Las investigaciones de la Sección 232 deben completarse en un plazo de 270 días desde su inicio.
Trump ha hecho del uso de los aranceles un pilar central de las políticas económicas y de seguridad nacional de su Gobierno, desplegando una serie de agresivos gravámenes contra sus socios comerciales que, según los economistas, han elevado el arancel medio a alrededor del 25% desde el 2.5% en cuestión de meses.
Los anuncios han agitado los mercados financieros y la mayoría de los índices bursátiles estadounidenses han caído un 10% o más desde los máximos históricos alcanzados tras la victoria electoral de Trump en noviembre. Varios economistas también han revisado a la baja sus perspectivas para la economía estadounidense y muchos prevén un aumento del desempleo y de la inflación como consecuencia de los aranceles de Trump.
El gobernador de la Fed Christopher Waller, un alto responsable del banco central estadounidense, calificó a primera hora del lunes la política arancelaria de Trump como “uno de los mayores choques que han afectado a la economía estadounidense en muchas décadas”.
Estados Unidos comenzó a cobrar aranceles básicos del 10% sobre la mayoría de las importaciones estadounidenses el 5 de abril y Trump dejó en suspenso el 9 de abril gravámenes aún más duros dirigidos a bienes de decenas de otros socios comerciales, aunque los aranceles más fuertes dirigidos a China siguen en vigor.
(Con informaciones de EFE, Reuters y Aristegui Noticias)

