Defiende Sheinbaum ley eléctrica de AMLO; reforma de Peña, aprobada con "cadena de sobornos", recuerda

La jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, salió en defensa de la ley eléctrica del Presidente AMLO, por la que actualmente mantienen una disputa judicial las empresas que han recurrido al amparo de la justicia y el poder Ejecutivo que quiere evitar que se frenen sus efectos, como ocurrió desde la semana pasada por una suspensión provisional concedida por un juez, a lo que se sumaron más en los siguientes días.

“La iniciativa enviada por el ejecutivo para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad con el despacho eléctrico, busca justamente el fortalecimiento de una política nacional energética basada en criterios de sustentabilidad y de soberanía“, sostuvo.

“Desde la ciudad ponemos nuestro grano de arena en esta política de desarrollo sustentable del sector energético con diversos proyectos. Uno, o algunos de los más icónicos, es el que se presentó hace unas semanas –y que presenta hoy Fadlala–, la planta solar en los techos de la Central de Abasto; de la misma manera, y con el apoyo del Instituto Politécnico Nacional, la Planta de Generación de Biodiésel a partir del aceite usado de cocina. Y, finalmente, la producción de carbón vegetal a través de la basura orgánica o de los residuos sólidos orgánicos”, puntualizó.

Durante el acto conmemorativo por el aniversario 83 de la Expropiación Petrolera, la mandataria hizo un repaso por la historia: “Después de 1999, el periodo neoliberal en el país dejó una cadena de reformas regresivas que terminaron por cambiar la Constitución en el 2013, con una cadena de sobornos ya conocida en nuestro país a favor de una política de privatizaciones que dejó un Sistema Energético Nacional que no cumple con los objetivos ni económicos, ni ambientales, ni sociales, ni de beneficio para la Nación”.

Anotó que “en la mayoría de los países, y como orientación incluso de diversas agencias internacionales de energía, durante 20 años me dediqué a dar la clase de Energía y Desarrollo Sustentable –algunos de mis alumnos están por aquí–, una política energética integral debe al menos incorporar los temas de seguridad en el suministro de energía, baja tasa de importaciones de acuerdo con las condiciones de cada país, bajo peso de los ingresos energéticos en el presupuesto público, tasa de restitución de reservas, cobertura de las necesidades energéticas básicas para la población, reducción de impactos ambientales –incluido el cambio climático–, diversificación de las fuentes energéticas y aumento de la participación de las fuentes renovables de energía”.

Por ello, “estoy convencida que la política energética encabezada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador busca el fortalecimiento de, al menos, de cinco de estos criterios esenciales: Soberanía, robustez frente a cambios externos, cobertura de necesidades energéticas básicas de toda la población, fortalecimiento de todas las reservas y disminución de los impactos ambientales, incluida, sí, la mitigación al cambio climático”.

Agregó que “la Soberanía energética es un objetivo que buscan todas las naciones y eso pasa necesariamente por el fortalecimiento de las empresas públicas. El reciente episodio de disminución de suministro de gas por problemas meteorológicos en Texas muestra que México debe disminuir al máximo su vulnerabilidad ante cambios externos. La negativa de abrir el fracking por parte de México, del Gobierno de México –aún incluso con la dependencia del gas del Sistema Eléctrico Nacional– muestra que el criterio ambiental, que lo ambiental, es un eje fundamental de la política del Gobierno nacional”.

“Cuando se habla de Desarrollo Sustentable se coloca bajo la misma premisa lo ambiental, lo económico y lo social, nunca una por encima de lo otro, es parte de un desarrollo nacional. El desarrollo de la energía renovable en México, particularmente eólica en el Istmo, si bien disminuye los gases de efecto invernadero se hizo –y hay que decirlo, de hecho, tenemos también artículos sobre ello– a costa de las comunidades del Istmo sin beneficios de desarrollo para la zona y desvinculada del fortalecimiento de un sistema eléctrico nacional robusto en la generación, en la transmisión y la distribución; es decir, no fue una política de desarrollo sustentable”, expuso.

Finalmente, dijo que “miramos al futuro con fortalecimiento de la transformación de la vida pública de México, donde el interés general siempre estará por encima del interés particular, donde los intereses de la Nación estarán por encima de los intereses privados, donde el interés del pueblo y su bienestar es la guía de la transformación.”.

“Esa es la esencia de nuestro movimiento, de lo que representamos y de lo que nunca debemos olvidar. Y por ello hoy, 18 de marzo del 2021, concebimos al sector energético como eje sustantivo del desarrollo en una visión de soberanía con beneficios para el bienestar, el desarrollo económico y el medio ambiente”, concluyó.