Periodistas cuentan historias inéditas de la vida "arrebatada" de George Floyd
"Mi nombre es George Floyd" va más allá del fallecimiento de quien se convirtió en la imagen del combate a la discriminación y a la violencia policial. Seguramente sabes cómo murió, ¿pero sabes cómo vivió?
- Redacción AN / CZC

Muchos vieron o escucharon del video en el que un policía blanco asfixió con su rodilla a George Perry Floyd Jr., quien falleció implorando por un poco de aire. Muchos se levantaron en protesta por la injusticia racial en Estados Unidos y se indignaron por el homicidio del personaje que prestó su imagen a la lucha contra la discriminación. Pero pocos conocen su vida.
Mi nombre es George Floyd, escrito por los periodistas de The Washington Post, Robert Samuels y Toluse Olorunnipa, habla sobre la vida “arrebatada” de alguien que no solo sufrió racismo en su muerte, sino que la padeció desde que nació.
Con más de 400 entrevistas, Samuels y Olorunnipa retratan los días de un chico que convencía a sus amigos de dejar en paz a un niño flaco de otro vecindario y terminaba haciéndose su amigo en el camino de regreso a casa; un joven jugador de americano que hacía caso omiso a las peticiones de su entrenador de entrar con más fuerza al campo de juego; un hombre que fue víctima de una epidemia de opioides y que a lo largo de su vida buscó salir adelante en un mundo que lo juzgaba por su color de piel.
Para recuperar el retrato de la “experiencia americana” de George, los periodistas entrevistaron a sus hermanos, tías, tíos, primos, sobrinas, amantes, amigos, empleados, maestros, entrenadores, compañeros de celda, compañeros de cuarto, consejeros y mentores.
El libro también recoge la visión de expertos en temas sociales que influyeron en el curso de su vida. Profesores, jefes de policía, creadores de políticas públicas y otros especialistas describen a las instituciones estadounidenses que “moldearon” el camino de George Floyd.
“Al caminar por las calles donde Floyd vio a sus amigos morir, al pararnos sobre los campos donde buscó el estrellato deportivo, al escuchar las cintas en las que combatió sus inseguridades, al leer su diario donde agonizaba por sus pecados, al sentarnos en los centros de tratamiento donde buscó redención, terminamos con una sensación de las motivaciones, limitaciones y el alma de George Floyd“, escribieron los autores del libro.
Mi nombre es George Floyd aborda el racismo estructural encontrado en la educación sin fondos, las calles de la comunidad afroamericana “invadidas” por la policía y la “trampa” del sistema penitenciario que Floyd vivió. Sus más de 400 páginas ya están a la venta bajo la distribución de la editorial Penguin Random House.
