Acerca del traductor galardonado, la presidenta de los jueces remarca que “la traducción de Hofmann capta la elocuencia y las excentricidades de la escritura de Erpenbeck, el ritmo de sus oraciones seguidas, la amplitud de su vocabulario emocional”.
También destaca que “lo que hace que la novela sea tan inusual es que es a la vez bella e incómoda, personal y política e invita a establecer la conexión entre los acontecimientos políticos que definieron esta generación y la devastadora, e incluso brutal, historia de amor, cuestionando la naturaleza”.
Entre el panel de jueces, además de Wachtel, figuraron en esta edición la poeta y educadora estadounidense Natalie Diaz, el novelista británico nacido en Sri Lanka Romesh Gunesekera, el artista visual surafricano William Kentridge y el escritor, editor y traductor Aaron Robertson.







