Veterinarios rusos asisten a oso polar cuya lengua se había atascado en una lata de leche
La hembra de dos años deambulaba por las cabañas de un pueblo en el Ártico con la lengua atorada.
- Redacción AN / FPR

Un oso polar que deambulaba por un puesto de avanzada del Ártico en el norte de Rusia fue asistido tras quedarse con la lengua atrapada en una lata de leche condensada.
Los habitantes de la remota población de Dikson alertaron cuando vieron a la hembra de dos años deambulando por las cabañas del pueblo el miércoles pasado.
Un equipo del zoológico de Moscú acudió para tranquilizar al animal con un dardo, retirar el metal afilado de su boca y curar los cortes de su lengua.
“La siguiente etapa importante es su recuperación de la anestesia. Pero nuestros especialistas estarán cerca, vigilando el proceso”, dijo Svetlana Akulova, directora general del zoo de Moscú.
“Esperamos que todo vaya bien. Dejamos algunos peces cerca de la osa porque llevaba mucho tiempo sin comida ni agua”, agregó.

Mijaíl Alshinetsky, veterinario del zoo, dijo que la osa estaba delgada y un poco deshidratada pero sostuvo que esperan que sus heridas sanen.
En un artículo publicado esta semana, un equipo de científicos canadienses y estadounidenses advirtió que los hambrientos osos polares recurren cada vez más a los vertederos para comer a medida que su gélido hábitat desaparece debido al cambio climático.
Los osos polares dependen del hielo marino para cazar focas. Sin embargo, como el Ártico se calienta cuatro veces más rápido que el resto del mundo, el hielo se derrite antes en verano y se congela más tarde en otoño, lo que obliga a los osos a pasar más tiempo en tierra, lejos de sus presas naturales.
Te puede interesar | Osos polares hambrientos hurgan en la basura ante pérdida de su hábitat | Fotos
El informe señala que los osos polares se reúnen ahora en masa en torno a los vertederos abiertos en lugares del Ártico y el subártico, como el Belushya Guba de Rusia, y a los montones de huesos de ballena abandonados tras las cacerías inuit cerca de Kaktovik (Alaska).
Los envoltorios suelen congelarse en los restos de comida, por lo que los osos polares acaban comiendo plástico y otros materiales que les pueden causar obstrucciones mortales.
(Con información de Reuters)