¿Qué sucede cuando un ciego y una vidente se encuentran? ‘Iluminados’, una película sobre otras formas de mirar

Por Héctor González

¿Hay una forma de ver el entorno más allá de nuestros ojos? A partir de una atmósfera onírica y sensorial, el director Jorge Curioca convoca a Pedro Miranda, un artista visual ciego y a Iris Palau, una mujer clarividente con una capacidad de detectar algo más allá de lo que muestra la mirada.

Resultado del diálogo y el encuentro entre ambos, es Iluminados, un documental ubicado en Oaxaca que invita al espectador a poner atención en el resto de los sentidos por medio de la imaginación.

¿Cómo se gesta Iluminados?

La primera semilla data de cuando tenía 18 años, por ahí de 1995, vivía en Oaxaca y conocí a Jazmín, una vidente que me hizo replantear muchas cosas. Años después, viviendo en Madrid conocí a la fotógrafa Patricia Cerezo, profesora vinculada a artistas visuales ciegos. Gracias a ella me encontré con Pedro Miranda, coprotagonista de la película, un artista fascinante que trabaja con escultura y textil, a la vez excéntrica. De vuelta en México nos buscamos y cerramos un proyecto sobre formas de visión no convencionales, intenté contactar a Jazmín para que participara en la película, pero decidió no hacerlo, en cambio el destino nos puso en el camino a Iris Palau, también vidente y quien compartió con nosotros su forma de ver. Así conformamos el entramado de lo que es Iluminados.

¿Qué tan difícil fue poner a dialogar a Pedro Miranda y a Iris Palau?

Pedro es divertido y complejo, nos abrió las puertas de su familia. Al principio estaba un poco reticente, aunque tiene una conexión con lo místico. Ayudó mucho que Izamar, la hija de Iris empezó a trabajar con nosotros detrás de la cámara, eso contribuyó a que fluyera una mejor química. Al final, los protagonistas formaron un vínculo y amistad que todavía se mantiene.

La película plantea que nos falta sensibilidad para abrirnos hacia otras formas de ver…

De acuerdo, al acercarme a ambas personas descubrí mi desconocimiento en estos temas. Aunque parezca paradójico Pedro nos enseña a ver mejor. Al no haber nacido ciego, atesora las imágenes de una manera especial; el sueño, la memoria y la imaginación se entremezclan de una forma fascinante. En el caso de Iris, uno podrá tener suspicacia alrededor de su actividad, pero lo cierto es que sale de lo convencional. A nosotros nos tocó, cinematográficamente, acercarnos de una manera muy sensorial a las visiones de Pedro e Iris.

¿Cómo transmitir esa experiencia a Pedro y los espectadores ciegos?

A Pedro le gusta ver películas con personas distintas porque cada una le narra partes diferentes y él arma la historia a partir de todas las versiones. Es decir, no es que los ciegos no vean, sí ven, pero de otra manera.

¿Cómo cineasta qué te aportó el documental?

Fue un aprendizaje monumental, comencé con preguntas e hipótesis, pero en el camino ocurrieron revelaciones que luego hubo que traducir en imágenes. El universo de los videntes al principio me descolocó, pero personas como Iris abrieron completamente mi entendimiento a otros niveles de percepción de la voluntad o el destino. Desde el principio quise alejarme de la lástima, me interesaba la facultad de Pedro para gozar de la vida a partir de otros sentidos. En general, el ser humano está muy abocado a lo visual y nos olvidamos de la importancia de otros sentidos.

Iluminados es un documental poco comercial, ¿fue fácil conseguir distribución?

Ha sido una gran labor, ganamos EFICINE distribución. Es una película muy sensorial y por lo mismo es importante que se vea en salas. Así como hay apoyos para la producción debe haberlos para que nuestras películas sean vistas.