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“No tener miedo al error ha sido mi guía”: Teresa Serrano Naturaleza Aristegui

La artista mexicana inaugura su retrospectiva ‘Mírame, te veré de vuelta’, en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.

  • Redacción AN / HG
27 Oct, 2024 09:27
“No tener miedo al error ha sido mi guía”: Teresa Serrano

Por Héctor González

La palabra retiro no entra en el vocabulario de Teresa Serrano (Ciudad de México, 1936), “no me interesa claudicar de la vida”, dice.

Desde niña tiene la costumbre de leer los diarios, libros y ver películas, “de ahí pueden surgir ideas”, advierte una artista que desde hace más de cuarenta años ha mantenido un diálogo entre su trabajo y la realidad mexicana.

La migración, el narcotráfico y la condición de la mujer, son temas que atraviesan su obra, misma que ha viajado al Museo Reina Sofía, en España y al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, y que la han convertido en una de las representantes más destacadas del arte conceptual en Latinoamérica.

Hoy, su trabajo se puede ver en la retrospectiva Mírame, te veré de vuelta, que se exhibe en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, bajo la curaduría de Brenda Fernández Villanueva y que permanecerá abierta al público hasta febrero de 2025.

Esta exposición reúne 40 años de trabajo. ¿Qué sensación le produce ver su obra en retrospectiva?

Siempre hay algo de sorpresa. Hay cosas que reconozco muy bien y que me parecen bien logradas; y otras un poco menos. Me gusta que se exhiba, al final es un reconocimiento. No quiero parecer modesta sobre si lo merezco o no, pero siempre es muy lindo que le hagan caso a una.

¿En cuáles de estas piezas se siente reconocida?

Son muchos años de trabajo, el camino ha sido largo, pero muy satisfactorio. Para mí el mejor momento de todo el proceso es la creación. Al terminar una pieza la sensación es parecida a cuando obtienes algo que deseas, por eso la creación es lo mejor. En mi caso, siempre he tratado de hablar o de decir lo que pienso a través del material. Suelo empezar con dibujos para ver si me gusta lo que voy a decir y si lo puedo realizar. Una vez que veo que sí vale la pena, me lanzo y lo termino. Ahí está el resultado, espero que la gente lo vea y lo cuestione.

Hay obras que con el tiempo han adquirido más vigencia, pienso en sus trabajos sobre violencia de género o el narcotráfico.

Es verdad y a la vez es triste porque son fenómenos que no se han remediado. Las cosas siguen mal. Cada vez tenemos más violencia, es muy triste y doloroso. Cuando empecé a hablar de todo esto, el problema era la cocaína y la heroína, ahora hay más cosas como el fentanilo. La guerra contra el narcotráfico en lugar de apaciguarse ha crecido.

Quizá en cuestiones como la equidad de género ahí sí hay cambios, todavía estamos lejos, pero algo se ha avanzado. ¿Cómo lo percibe?

Las mujeres hemos ganado bastante terreno. Todavía falta mucho para llegar a tener realmente una igualdad, pero hemos avanzado. Hoy nuestro problema son los crímenes, se mata por sexo, drogas, las desapariciones son constantes. Cuando empecé a trabajar estos temas hablaba de las muertas de Juárez, y ahora encontramos casos parecidos en Chiapas, Veracruz, Jalisco. Es un horror.

Otro de sus temas es y ha sido la ecología.

Crecí en el campo. Me puedo pasar un rato admirando un árbol o una flor, ahora creo que nos hemos desacostumbrado a mirar u observar, pareciera que se acabó la contemplación. Siempre he partido de la mujer y de la naturaleza. Para mí la naturaleza es femenina, es la que crea, da vida; las mujeres parimos, y la naturaleza pare. Por eso mis series sobre la fertilidad; hice árboles de la muerte; plantas con partes secas en forma de calaveras. Siempre me ha preocupado la ecología. La naturaleza crece y se desarrolla sola, el ser humano es quien la daña. Como especie nos hemos dedicado a poblar el mundo sin control.

Usted es autodidacta de formación, ¿cómo descubrió que se dedicaría al arte?

Fue realmente ocasional. Me gustaba cantar y bailar, andaba con folcloristas, era buena en eso. Pero, una vez, después de dejar a mis hijos en la secundaria una amiga a la que quiero mucho, me invitó a tomar clases de pintura, desde entonces me enganché y hasta ahorita sigo. Íbamos a una academia llamada Dolores de la Barra y me enseñó a dibujar, a usar el carboncillo, el pastel y el óleo. Estuve un tiempo con Robin Bond, él era más filósofo del arte; después tomé clases con Xavier Arévalo y más adelante conocí a un artista húngaro que venía de la guerra, era quien hacía las réplicas del Museo de Antropología, me enseñó a mirar y con eso me quito el miedo a trabajar. Comencé en la Galería de Arte Mexicano, recuerdo que mis primeras pinturas eran ofrendas, me sirvieron para exorcizar a mis muertos.

Aunque poco a poco se fue a lo conceptual, ¿este cambio se debe a su estancia en Nueva York?

Nueva York me abrió muchos caminos. Ahí descubrí el videoarte. No tener miedo al error ha sido mi guía. La palabra conceptual apareció después del modernismo, pero si lo pensamos bien, el arte conceptual ha existido toda la vida. Una pintura de El Greco o de Velázquez parte de una idea que al hacerla continuamente se convierte en concepto. No tengo una gran explicación porque no soy académica, pero sí sé lo que es conceptual. En mi caso, busco una idea y ella misma me dicta en que material o formato puede expresarse mejor.

Dice: “busco la idea”, es decir, las ideas no llegan solas

Creo que las ideas flotan en el aire y uno crece para alcanzarlas. En ocasiones me dicen “esta obra se parece a fulano de tal” y me hablan de un artista que yo desconocía. La realización de una idea depende de nuestro crecimiento por eso hay que analizarlas bien y saber cómo decirlas, cómo hacerlas tangibles.

En esta muestra hay trabajos inéditos, incluso de este año. ¿Ha atravesado periodos de poca creatividad?

Claro que sí. Marina Abramovic tiene una fotografía maravillosa en la que puso un catre al lado de la muralla china y se acostó. La obra se llama “Esperando una idea”, esa pieza tiene un trabajo conceptual increíble, no hay manera de no entenderla. Desde luego no tengo ideas todos los días, pero en ocasiones leer los periódicos, cosa que hago desde los nueve años, me detona algunas. Me gusta mucho leer y ver películas, creo que esa es mi forma de esperar las ideas, en realidad no tengo un método.

 ¿Piensa en la jubilación o en el retiro?

No, siempre he pensado que retirarse equivale a dedicarse a morir. Respeto a quienes lo hacen, pero yo no me quiero retirar nunca. Si trabajo un diez por ciento de lo que hacía antes porque ya estoy grande y el cuerpo no me da, no me importa. Si tengo una idea y la puedo realizar, lo voy a hacer. No me interesa claudicar de la vida.

 

 

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