Libros de la semana: Juan Rulfo, Carolina María de Jesús…

Celebremos los setenta años de vida de El llano en llamas, de Juan Rulfo, con la nueva edición publicada como RM. Otro título para celebrar es Cuarto de desechos, una estrujante obra de la brasileña Carolina de Jesús, hoy rescatada por la serie Vindictas de Cultura UNAM. Vamos ahora con la entrañable novela de Didí Gutiérrez, La alegría de mi padre. Cerramos nuestras recomendaciones con los relatos incluidos en Contratiempo, el nuevo libro de Jorge Alberto Pérez.

Juan Rulfo. El llano en llamas. RM. 230 pp.

Hace setenta años, el 18 de septiembre de 1953, salió a la venta la primera edición de El Llano en llamas. A siete décadas de distancia circula una publicación conmemorativa que reproduce, además del texto definitivo de “El Llano en llamas”, la primera versión del cuento, aparecida en 1950 en la revista América. Igualmente se puede ver aquí un número importante de las portadas de diversas traducciones del libro a muy diferentes lenguas.

Carolina de Jesús. Cuarto de desechos. UNAM. 187 pp.

Carolina María de Jesús escribe cada noche sobre las hojas que acaba de rescatar de la basura, al hacerlo, la narradora brasileña habla de las favelas, el hambre y el agotamiento. Sin embargo, Cuarto de desechos, nuevo título de la colección Vindictas, es también un canto de la rebeldía y belleza que marcaron su escritura.

Jorge Alberto Pérez. Contratiempo. Arlequín. 157 pp.

Contratiempo juega con múltiples caras de la memoria. Aquí encontrarás relatos, poemas, canciones y una novela corta que pulsan play. Sus personajes se mueven entre la frustración, la mala fortuna o la nostalgia, pero siempre alrededor de una pregunta central: ¿Qué es el tiempo?,

Didí Gutiérrez. La alegría del padre. Alfaguara. 219 pp.

Abigaíl acaba de cumplir 18 años cuando se entera de que podría perder a su padre. A partir de ese momento, esta adolescente furiosa, desenfadada y vivaz nos enternecerá con sus recuerdos de infancia. En tanto, la relación con su papá se va hilando entre suturas, a veces temblorosas, pero con la certeza del amor como telón de fondo.