“No veo un cambio de régimen, pero sí una destrucción del régimen que surgió con la transición democrática”: Bartra | Video
El antropólogo, sociólogo y académico mexicano dijo en Aristegui en Vivo que Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia sin una idea clara para lograr un auténtico cambio de régimen y, por el contrario, no llevó a cabo la anunciada transformación de México y su adminisnistración quedará marcada por un "populismo reaccionario, de derecha, con muy pocos resultados y con ánimo esencialmente destructor”.
- Redacción AN / EC

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Roger Bartra, antropólogo, sociólogo y académico mexicano, consideró este lunes en entrevista para Aristegui en Vivo que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2016-2024) quedará marcado por un “populismo reaccionario, de derecha, con muy pocos resultados y con ánimo esencialmente destructor”.
A un día de que Claudia Sheinbaum asuma como presidenta de México, primera mujer en llegar a la Presidencia en la historia política del país, Bartra Muriá manifestó sus dudas sobre si la relevo de López Obrador supone un cambio de régimen como han señalado los defensores de la llamada “Cuarta Transformación”.
Estamos ante un panorama bastante sombrío con alguna una luz por ahí, pero básicamente mi visión de lo que ha sido este sexenio, es que ha sido dominado por un populismo reaccionario, de derecha, con muy pocos resultados, con ánimo esencialmente destructor.
“Ahora se habla mucho de que, tanto en la oposición, como en el gobierno, hay un cambio de régimen, que estamos a punto de entrar a un nuevo régimen, yo tengo muchas dudas al respecto”, manifestó.
“Sin duda hay un proceso importante de destrucción de la situación anterior, eso se puede comprobar fácilmente. Lo que no me queda claro es que haya un proceso de construcción de algo nuevo, incluso las dos medidas más importantes, los dos cambios constitucionales más importantes no son básicamente para construir un orden nuevo, sino es un apuntalamiento de la militarización de las funciones que deberían ser civiles, la policía ahora va a ser directamente de militares. Y ese golpe al equilibrio de poderes con la reforma judicial”, sentenció Bartra.
Bartra, de 81 años, formado en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y doctor honoris por la UNAM, alertó sobre lo que llama “putrefacción” del sistema político mexicano, a raíz de la destrucción del antiguo régimen surgido de la transición democrática.
No veo que se esté construyendo un nuevo régimen, pero sí veo que está destruyéndose el antiguo régimen de la transición democrática, que es muy joven en realidad, tiene apenas poco más de 25 años, un cuarto de siglo, es muy poco.
Y agregó:
Estamos en una situación muy tensa, sumamente difícil en donde parte de esta destrucción ha coincidido con una generalización, una expansión de la corrupción, sobre todo lo que llamo la putrefacción de las estructuras políticas. No solamente se trata de la tradicional corrupción financiera, sino creo que hay también una putrefacción del sistema político.
En ese sentido, el académico mexicano recordó la reciente configuración del Congreso de la Unión en el que se impuso la mayoría de Morena.
Hay que ver la forma en cómo las fuerzas del gobierno, Morena y sus aliados, han conseguido una sobrerrepresentación para modificar la constitución con métodos absolutamente corruptos y putrefactos. Estoy realmente muy inquieto ante lo que está pasando.
Roger Bartra consideró que el gobierno de López Obrador no significó un cambio de régimen, toda vez que el político tabasqueño no llegó al poder con nuevas ideas o un programa claro para llevar a cabo la auténtica transformación del país más allá de eslogan muchas veces repetido como “por el bien de todos primero los pobres’.
No veo ningún signo de algo nuevo, es decir, no he visto en López Obrador desde el primer día que asumió el poder o, desde antes, que él manifestase realmente un conjunto de ideas que perfilraran a un nuevo régimen.
“Basta mirar aquellos viejos 100 puntos, 100 promesas que estableció, un batiburrillo de ideas, unas interesantes, otras buenas, la mayor parte intrascendentes, no significaban ningún cambio de régimen”.
“López Obrador llegó a la presidencia si ninguna idea clara de lo que iba a hacer, llegó hablando, solamente, en nombre de los pobres ‘por el bien de todos primero los pobres’ y pocas ideas más”.
Y, a su consideración, desperdició los primeros años de su administración, cuando tuvo mayoría en el poder legislativo, para impulsar reformas trascendentes.
“Y qué es lo que ocurrió, que en los primeros tres años, aún teniendo una aplastante mayoría en el Congreso para poder modificar la constitución hizo unas modificaciones francamente intrascendentes, lo más interesante que significó un pequeño cambio fue el tema de la revocación de mandato.
En los primeros años que tuvo todo el poder en el Congreso no logró cambiar nada, no desarrolló un conjunto de ideas, un programa, que dibujasen a un nuevo régimen. Supuestamente emanado de un partido de izquierda presentó, más bien, un ideario conservador, una moral decimonónica atrasada, una visión reaccionaria de la historia de México y del presente de México.
Populista en lugar de transformador
Bartra recriminó el carácter populista de la llamada Cuarta Transformación, encabezada por López Obrador, al tiempo que consideró “dañinas” las reformas llevada a cabo en los últimos días de su gobierno.
Se configuró como un populista reaccionario de derecha. Y el populismo, como sabemos, no es propiamente un programa de transformación. El populismo es una cultura política que fortalece a un líder carismático que apela al pueblo y que aspira a tener, cada vez, más poder, pero que no aspira a un cambio de régimen. Eso es lo que sucedió.
“Al final del sexenio López Obrador se dio cuenta que no había cambiado gran cosa y se apresuró a proponer estas medidas, algunas de las cuales han sido ya pasadas a la Constitución, de las cuales verdaderamente dañinas son solamente dos, quedan otras dos muy dañinas.
“Estas dos son la militarización de las funciones policiales y la destrucción del equilibro de poderes. Faltan todavía otras dos reformas que no logró en esto que he llamado el ‘golpe de septiembre’ que son la eliminación de los diputados y senadores plurinominales y la eliminación de los organismo autónomos”.
Tras considerar como un misterio si Claudia Sheinbaum seguirá o no la línea marcada por su antecesor, Roger Bartra habló sobre los pocos aspectos rescatables que han dejado los seis años de obradorismo.
“Hay algunas luces, digamos que la elevación del salario mínimo es algo interesante, fue algo aceptado. El flujo de dinero que cae directamente del poder, del gobierno a la población sin pasar por instituciones sólidas de beneficencia social ha contribuido a que la pobreza disminuya, tal vez unos 4 o 5 millones de pobres han alcanzado una condición de clase media, algunos han caído en la miseria más fuerte porque ésta ha aumentado ligeramente.
Estos son dos elementos que explican esa alegría que tiene la gente del gobierno, los populistas, de haber logrado un gran cambio, son apenas unos rasguños. La situación económica ha permanecido prácticamente estancada no sólo por culpa de la pandemia de covid, ha crecido el país a 1% escaso.
Finalmente, resaltó la amenaza que, a su consideración, existe en el país de perpetuar un régimen autoritario.
La situación no es buena y políticamente hay una amenaza de autoritarismo, de autocracia, muy fuerte. No sabemos qué es lo que va a pasar porque en realidad la futura presidenta ha dado muy pocas señales de tener un pensamiento propio, de momento simplemente se ha limitado a repetir y apoyar las propuestas de quién la designó.








